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jueves, marzo 28, 2024

Nuevas represas siguen siendo sueño para capitalinos

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TEGUCIGALPA. Cada año el verano se vuelve más crudo, se dice en el argot popular, lo que significa que las temperaturas son más elevadas, y esto no es solo un decir si no una realidad, recientemente un estudio científico revelo que la temperatura promedio mundial en la superficie del planeta en marzo del 2016 fue “la más alta para un mes de marzo en las estadísticas anuales sobre la temperatura mundial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA)”, que realiza registros desde 1880.

El abastecimiento de agua en la ciudad capital del Distrito Central es racionado a una vez por semana, a causa de la crítica disponibilidad que impera en las represas, personeros del Sanaa y los consumidores del Sanaa tienen cifradas sus esperanzas están puestas en que el patrón de lluvias de este año se normalice, una vez que se ha debilitado el fenómeno de “El Niño” y el territorio nacional ha entrado en una etapa climática de neutralidad.

EL Servicio Nacional de Meteorología, también registra altas temperaturas y prolongados veranos lo que agudiza la crisis de agua en la capital entre otros factores que se conjugan y agudizan el déficit de agua potable están: El crecimiento de la población, las pérdidas registradas y el uso indiscriminado del agua.

El director de Investigación y Análisis Técnico, Rodolfo Ochoa, suma a los problemas anteriores la falta de nuevas fuentes de suministro, a tal grado que para abastecer de agua a los capitalinos diariamente y sin excepción, se requieren cuatro embalses, duplicando de esta manera el abastecimiento actual de la capital.

Las respuestas para hacerle frente al déficit entre la demanda y la oferta se han cifrado sobre los proyectos de construcción de los embalses Guacerique II y Río del Hombre. Según Ochoa construir los cuatro embalses y obras complementarias como ampliación y nuevas plantas de potabilización y ampliación de líneas primarias y construcción de nuevas requiriere de 21 mil millones de lempiras, lo cual no es posible de obtener actualmente; y es por ello que el SANAA aboga por la construcción de un embalse en la subcuenca Guacerique y otro en la subcuenca Sabacuante, para una primera fase.

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El experto también añade que otra de las razones es la insuficiencia de red de distribución que no contempla líneas primarias de bombeo hacia zonas elevadas, existiendo barrios a 1,300 metros de altura estando la red formal hasta 1,150 metros. Lo anterior, además de requerir redes alimentadas por equipos de bombeo, necesita de suficiente energía, lo cual implica un incremento en la tarifa para poder pagarla.

El incremento en el número de usuarios es una de las causas que ejercen mayor presión sobre el déficit del suministro de agua. A ello se suma que entre 200, 000 y 250,000 personas emigran a la ciudad cada año.

Estudios de organismos externos subrayan que las necesidades de abastecimiento crecen a un ritmo sostenido de por lo menos el tres por ciento anual. Se proyecta que para 2030, el Distrito Central estará poblado por más de dos millones de habitantes que demandarán de por lo menos seis mil litros por segundo, en la actualidad el déficit se calcula en un 50 por ciento.

Sin embargo, la producción de agua crecerá a un ritmo mucho menor que la demanda y aun con estos dos embalses la solución sería solo parcial y el suministro se resolvería solo por un par de años, pero No llegaría a cubrir la demanda media y el déficit seguiría en aumento con un impacto No estimado en los órdenes social, económico y ambiental.

A todos estos datos ligados con la reducida capacidad para el suministro de agua, se añade otro fenómeno: Las pérdidas de agua constituyen un problema sobre el cual No se ha actuado con voluntad política firme ni compromiso con las demandas de desarrollo de la población.

Se estima que las pérdidas técnicas representan el 30 ó 40 por ciento, asociadas principalmente con las altas presiones y el mal estado de las tuberías. Las pérdidas No técnicas que incluyen el agua servida y No contabilizada y los pegues clandestinos alcanzan entre el 10 y el 15 por ciento, según lo establecido en informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y por el mismo Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).

Otras opciones
Entre otras opciones ya desde el año pasado se habla de otras opciones que promueve la alcaldía municipal, el gerente de infraestructura de Tegucigalpa, Roberto Zablah, informó que ya han iniciado el proceso de contratación de expertos en levantar el estudio sobre la viabilidad de trasladar agua a la capital desde la represa Nacaome, en Valle, para abastecer de agua a la capital.

Además agrego que entre los estudios se encuentra la construcción de una represa en Ojojona y el trasvase de la represa de Nacaome. El funcionario de la municipalidad aclaro que con el trasvase, no se abandonan las iniciativas de las represas de Guacerique II o río del Hombre, sino que apuestan por otra alternativa mientras logran las otras construcciones.

Sin embargo son varios los sectores que se oponen al trasvase del preciado líquido. Los habitantes de la región sur han dicho un rotundo “no” a dicha posibilidad que han declarado como “descabellada”.

Lo peor es que el transporte de agua por medio de tubería a lo largo de 38 kilómetros y cinco estaciones de bombeo, dejaría sin agua a los municipios de Nacaome y San Lorenzo, en Valle; Pespire y San Antonio de Flores, en Choluteca.

De igual forma sobre la mesa de análisis y en la búsqueda de una solución al problema de abastecimiento de agua, los funcionarios del gobierno local de Tegucigalpa y Comayagüela, tienen otros estudios. Uno de los que sobresale es el proyecto de la construcción de una nueva represa sobre el río Ojojona, cuyas posibilidades de ejecución son analizadas y se espera que en corto tiempo esté concluido el estudio.
Tampoco se olvida un proyecto que data de más de dos décadas se trata del embalse de Guacerique II, pensado para cubrir la creciente demanda, obra que debió iniciar hace dos años y su conclusión estaba prevista para 2018, con el fin de amortiguar los efectos de las sequías quecada año con más prolongadas. Pero lo más lamentable es que cada año los proyectos cuestan más de lo que se ha previsto Hoy día, el proyecto costaría no menos de 200 millones de dólares.

Además de Guacerique, también fue engavetado el análisis de factibilidad del proyecto Río del Hombre, mismo que según estudios tiene una proyección para almacenar alrededor de cien millones de metros cúbicos de agua.

El problema de abastecimiento de agua es muy serio porque es donde se concentra el 18 por ciento de la población nacional y donde la demanda de suministro va en aumento sostenido, a ello se suma que entre 200, 000 y 250,000 personas emigran a la ciudad cada año, con lo cual la demanda se incrementa peligrosamente y la disponibilidad del vital líquido se agota.

Problema de agua no es exclusivo de la capital se extiende a muchas ciudades del país

Es problema de desabastecimiento de agua por falta de proyectos de almacenamiento no no es exclusivo de la ciudad capital y se extiende a muchas ciudades del país para el caso en Ocotepeque y de Santa Rosa de Copán, las autoridades locales y pobladores han dado a conocer que buscan soluciones desesperadas que van desde la perforación de pozos hasta la puesta en operación de más carros cisterna .

En Ocotepeque hay 5,200 viviendas que están conectadas al sistema de abastecimiento de agua. El precio que pagan los abonados es simbólico, no sobrepasa los 30 lempiras, pero el servicio es bastante deficiente por la notable disminución en el volumen de agua disponible, un problema que es común en todo el sector occidental del país.

Otro ejemplo que podemos mencionar es si nos trasladamos a la región oriental, donde el suministro de agua es irregular tanto que cada vez es menor la frecuencia y el volumen del líquido que les llega a las comunidades de los departamentos de Olancho y de El Paraíso.

Concretamente en Juticalpa y Catacamas, que son los municipios más importantes de Olancho, se calcula que el 30 por ciento de la población no recibe el preciado líquido, lo que ha encarecido el valor promedio de un tonel de agua hasta en 150 lempiras.

Nada diferente es la realidad de los pobladores de Danlí, en El Paraíso, donde varias colonias y barrios están fuera del acceso al agua potable y los usuarios tienen que comprar el agua a precios caros y acarrear el líquido por distancias largas.

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